La calidad tiene su reconocimiento. En Selma Millenary Olive Oil estamos orgullosos de haber recibido, entre mayo y junio, tres nuevos galardones internacionales que premian el buen hacer y la calidad de nuestro producto. En estas últimas semanas, nuestro aceite de oliva virgen extra ha recibido la medalla de plata de los premio Global Olive Oil en Berlín, la medalla de plata de Ecotrama (concurso internacional de aceites de oliva virgen extra ecológicos organizado por la diputación provincial de Córdoba), y más recientemente la medalla de bronce en el concurso Athena, celebrado en Lesbos (Grecia).

Estos galardones no son sino un refuerzo a la apuesta que desde Selma hacemos por productos del más alto nivel, por desarrollar un aceite de oliva premium y por empapar con esa excelencia el día a día de nuestra compañía. Conseguir seducir a expertos, críticos y jurados de este tipo de certámenes es muy complicado, pero es un gran paso adelante para abrirnos paso en distintos mercados y, en definitiva, llegar al usuario final, que es quien disfruta de Selma.

La medalla de plata cosechada en los Global Olive Oil de Berlín hizo a nuestro AOVE orgánico destacar entre 764 muestras de 22 países diferentes. Una exigencia que nos sirve como impulso tras una época complicada por la situación atravesada por el sector hostelero, que ha provocado también una contracción en el consumo de aceite de oliva premium, y que ahora ayuda a afrontar esta etapa com aires de recuperación.

Allí, en Alemania y en este importante acontecimiento, sentamos las bases para los otros dos reconocimientos obtenidos recientemente: la medalla de plata en Córdoba y la medalla de bronce en Grecia, que se suman a un palmarés de reconocimientos con mucho recorrido. No en vano, en Selma Millenary Olive Oil hemos recibido premios como el oro al mejor aceite de la Península Ibérica (premios Mezquita), el mejor diseño y vestido de AOVE (premio Elio Berhanyer) o el premio ARMONÍA al mejor packaging e impacto comunicativo (Cámara de Comercio de Parma, Italia).

Todos estos premios, aunque no son un fin en sí mismos, sí son significativos por todo el trabajo que llevan detrás: el esfuerzo constante de todo un equipo, desde los campos de cultivo hasta los despachos, el respeto a la tradición, a los procesos y al medio ambiente y la búsqueda incesante de la excelencia. Seguimos trabajando.