Para muchas personas, el uso de aceite de oliva virgen extra en la cocina se limita a aliñar ensaladas o enriquecer unas tostadas. Si bien es cierto que el consumo de AOVE en crudo es magnífico, tanto para nuestra salud como para nuestro sentido del gusto, hay muchas maneras de aprovecharse de sus múltiples beneficios, y una de ellas es cocinar con aceite de oliva virgen extra, algo que tu salud y tu nutrición agradecerán enormemente.

El AOVE es la máxima expresión de la dieta mediterránea, pero eso no significa que haya una única manera de consumirlo, de disfrutarlo ni de aprovecharse de sus beneficios. Por eso, aunque sea común optar por aceites de menor calidad para preparar las recetas del día a día, cambiar a cocinar con aceite de oliva virgen extra puede suponer no solo subir un escalón a nivel de sabor, sino también en lo que a la salud se refiere. Aquí van algunos de los pros. 

Por qué deberías cocinar con aceite de oliva virgen extra

Hay muchas razones. Algunas son subjetivas -aunque universales-, como el sabor; otras son objetivas y científicas, como las nutricionales. Estas son cuatro de las más importantes.

Subidón para tu corazón

Las grasas saludables del aceite de oliva virgen extra son uno de los grandes aliados de tu salud cardiovascular, y cocinar con AOVE es perfecto para beneficiarse directamente gracias a uno de sus componentes naturales más importantes: los polifenoles. Estas sustancias ayudan a moderar los niveles de colesterol malo y la presión arterial.

Un impulso a tu salud cerebral

Enfermedades como el Alzheimer tienen en el AOVE una de sus principales barreras de entrada. La protección de los vasos sanguíneos que provoca en nuestro organismo el aceite de oliva virgen extra también tiene incidencia directa en los vasos del cerebro, lo que ayuda a retrasar la oxidación y a mantenerlo en una mejor salud.

Menos inflamación

La inflamación crónica empuja a muchísimas personas a contraer enfermedades cardiacas y patologías como la diabetes tipo 2, obesidad y hasta cáncer. Las grasas saludables y los antioxidantes presentes en el aceite de oliva virgen extra reducen los niveles de marcadores inflamatorios, funcionando de forma muy similar a algunos medicamentos que ayudan a combatir este problema.

Protege tu hígado e intestinos

La salud hepática es otra de las grandes beneficiadas al cocinar con aceite de oliva e incluirlo en nuestra alimentación de forma regular. Precisamente los ácidos grasos del AOVE ayudan a prevenir la resistencia a la insulina del hígado y los daños que ésta provoca, así como mejoran la salud intestinal y el tracto digestivo.

Si quieres proteger tu salud cardiovascular, reducir tu inflamación, ayudar a tu hígado e intestinos e incluso reforzar tu salud cerebral, la receta solo tiene un ingrediente: aceite de oliva virgen extra. Entra en nuestra tienda online y descubre todas las variedades.