AOVE para las defensas: el gran refuerzo de tu sistema inmune
La ciencia es clara y el resumen es sencillo: el aceite de oliva virgen extra es bueno para la salud. A partir de ahí, pueden desgranarse decenas de propiedades específicas, de beneficios concretos y de problemas solucionados por su consumo. Ahora que se acerca el invierno, nuestras defensas se ponen a prueba. Temperaturas más bajas pueden hacernos caer enfermos, por lo que toda ayuda es poca. Por suerte, tenemos AOVE para las defensas.
A nivel general, el aceite de oliva virgen extra nos ayuda a tener mejor salud. Estudios científicos corroboran que el consumo de AOVE se asocia a la prevención de enfermedades cardiovasculares y diabetes: no solo puede suponer una ayuda para las defensas en el día a día, contra simples resfriados comunes, sino que es un dique de contención contra patologías y problemáticas de salud que complican la vida a millones de personas en todo el mundo.
Una mejor salud es una salud con unas defensas más fuertes. Pero los beneficios del aceite de oliva para las defensas no se quedan únicamente en lo genérico, en ayudarnos a tener una vida más saludable y que por arrastre nuestras defensas mejoren. Tampoco por ser, según los estudios, ideal para combatir la obesidad, sino por algunos de los elementos que forman el propio AOVE que redundan directamente en la fortaleza de nuestro sistema inmune.
Reforzar nuestras defensas es muy importante, y no solo para evitar resfriados en otoño e invierno. Es la mejor forma de combatir cualquier problema al que podamos enfrentarnos, desde una infección cualquiera hasta, sin ir más lejos, el coronavirus. Y el AOVE sale, una vez más, al rescate.
Incluir el AOVE en nuestra dieta es un primer paso hacia una alimentación saludable. Y esta correcta nutrición irá directa a cimentar nuestro sistema inmune contra patógenos externos, ya que el propio aceite de oliva virgen extra hace que aumente la cantidad de células que participan en el proceso defensivo de nuestro organismo: un escudo contra cualquier amenaza a nuestra salud.
En general, un exceso de grasas en nuestra alimentación puede hacernos más débiles frente a esas amenazas externas a nuestra salud. Y, aunque en esencia el aceite de oliva virgen extra se considera un ácido graso (saludable), investigaciones científicas han concluido que es no solo bueno para la salud general, sino directamente para el sistema inmune.
Esto se debe a que el AOVE combate uno de los principales males de la salud de las personas: la inflamación. Combatir la actividad inflamatoria en enfermedades crónicas caracterizadas por desórdenes inmunes es fundamental para mejorar la salud de las personas, y el aceite de oliva incide beneficiosamente tanto en la propia salud general como, en particular, en el sistema inmune. El mejor aliado para mantener a raya resfriados… y todo lo demás.