10 datos sobre el aceite de oliva virgen extra que todo amante debe conocer
El aceite de oliva virgen extra es uno de los grandes activos de la dieta mediterránea. Auténtico oro líquido con multitud de propiedades para la salud, lleno de beneficios a todos los niveles y con la máxima calidad. Es un producto que se define y se defiende a sí mismo gracias a sus características, pero que además tiene un complejo universo de posibilidades y datos detrás. Hay mil y una cosas que merece la pena conocer sobre él, e incluso sus mayores defensores seguro que desconocen alguno de estos 10 datos sobre el aceite de oliva virgen extra que ayudan a conocer mucho mejor todo lo que implica.
Motor económico. En el ejercicio de 2019, el aceite de oliva español exportó alrededor de 1.200 millones de toneladas a otros mercados. España es una de las grandes potencias en este campo, y el producto nacional alcanza todos los rincones del planeta, generando miles de puestos de trabajo y siendo sustento para muchísimas familias españolas.
Perfecto para repostería. Aunque hay un mito extendido de que para la repostería es mejor usar aceite de girasol, ya que el de oliva deja sabor, nada más lejos de la realidad. Quizá ocurra con aceites refinados, pero con un aceite de oliva virgen extra el resultado siempre será más suave y equilibrado que con un aceite de girasol. Quien prueba repite.
Centenares de variedades. Hay tantos tipos de aceite de oliva como tipos de aceituna y procesos de elaboración. En España hay aceitunas de 290 variedades registradas, por lo que los amantes del AOVE tienen mucho margen para probar, innovar y degustar diferentes aceites.
La acidez no marca el sabor. El grado de acidez que indica el envase de los diferentes aceites de oliva que pueden encontrarse en el mercado no es un indicador de su sabor, pese a que el término suela llevar a equívoco. Mayor acidez no significa un sabor más o menos ácido: la acidez del AOVE determina la cantidad de ácidos grasos libres del producto.
Perfecto para cocinar. Sí, has leído bien. No solo en repostería, sino para cocinar cualquier tipo de recetas e incluso para freír: tus platos estarán más sabrosos y serán también más saludables.
Cuidado con las temperaturas. El aceite de oliva se estropea a partir de ciertas temperaturas. Si vas a usarlo para cocinar, cuidado con dejarlo demasiado tiempo calentando: si sale humo, será demasiado tarde. El AOVE se habrá estropeado.
Un mercado regulado. El aceite de oliva es una industria muy extensa y llena de distintos agentes, empresas e intereses. Para poner orden y concierto, en el año 1959 en Madrid surgió el International Olive Council, auspiciado por Naciones Unidas. Todavía hoy se encarga de la coordinación intergubernamental a nivel mundial de todo lo relativo a la oliva y el aceite de oliva.
No te guíes por el color. Al igual que la acidez, el color del aceite no es un indicador directo de su sabor. La intensidad cromática del aceite sí puede ser señal de su nivel de filtrado y del momento en que se recolecta la oliva, ya que ese timing tiene una gran influencia en el color del producto final.
El apellido importa. No es lo mismo un aceite de oliva, que un aceite de oliva virgen, que un aceite de oliva virgen extra. El apellido es determinante para saber el grado de calidad del producto y el proceso seguido para obtenerlo. En este post de nuestro blog te explicamos las diferencias en detalle.
La conservación es importante. La forma en la que conserves el aceite de oliva es muy importante para mantener sus propiedades y alargar su vida útil. Aquí te contamos una serie de buenas prácticas, fáciles y útiles, para que tu aceite de oliva virgen extra esté siempre en perfectas condiciones.