Cuatro consejos para conservar el AOVE y alargar su vida útil
El aceite de oliva virgen extra es un bien muy preciado. El oro líquido mediterráneo, más allá de sus innumerables propiedades, es un tesoro gastronómico considerado un lujo en muchos países del mundo. Por eso, tratarlo de la mejor manera posible es casi una obligación en lugares en los que su acceso es más sencillo y se tiene como un elemento de uso prácticamente diario. Aquí van algunos útiles consejos para conservar el AOVE, alargar su vida útil y mantener sus beneficios siempre en un nivel óptimo.
Cuidado con las altas temperaturas
La clásica botella de aceite de oliva junto a los fogones de la cocina, para tenerla siempre a mano a la hora de cocinar, es una pésima idea. Pocos factores afectan tanto a las propiedades del aceite de oliva virgen extra como la exposición a altas temperaturas, aunque sea de forma indirecta. Estar junto al foco de calor que supone la cocina es nefasto para la salud del aceite, ya que eso hará que su temperatura interna oscile más de lo recomendable. Mejor buscar un lugar fresco y con unos cuantos grados menos para dejarlo.
Evita la exposición directa al sol
Tener una cocina luminosa es magnífico, y la luz natural es un gran impulso para la salud, tanto física como mental… menos para el aceite. Si queremos conservar el AOVE en sus máximas condiciones, otro de los elementos a tener en cuenta es la gran incidencia que puede tener sobre él la luz solar directa. Por suerte, el remedio es sencillo: con dejar la botella en un armario, despensa o alhacena siempre que no esté en uso, problema resuelto.
Los materiales también importan
Para conservar el AOVE de forma apropiada, el envase en el que se quede también tendrá mucho que ver. Muchas personas, cuando compran una botella de aceite, optan por traspasarlo a envases caseros para facilitar su uso en la cocina, como aceiteras o pequeñas jarras. Materiales como el metal o el plástico pueden provocar reacciones químicas que alteren las propiedades antioxidantes del aceite y echen a perder parte de sus beneficios. La botella original de cristal es el mejor lugar posible. En caso de querer traspasarlo igualmente, lo ideal es optar por cristal o cerámica, siempre que el cierre sea hermético.
El aire -también- puede ser el enemigo
Los materiales en los que conservemos el aceite son importantes y, como señalábamos en el punto anterior, también el contar con cierres herméticos. La exposición prolongada al aire provoca la oxidación de los alimentos, y el aceite de oliva virgen extra no es menos. Dejar una botella destapada puede provocar la descomposición del producto, la pérdida de su capacidad antioxidante y, además, empaparlo de olores ajenos que modifiquen su aroma y sabor. Un gesto tan sencillo como cerrar bien la botella tras cada uso es suficiente para evitarlo.
Conservar el AOVE en condiciones óptimas es básico para poder disfrutar de todos sus beneficios, posibilidades gastronómicas y propiedades saludables. Y desde Selma Millenary Olive Oil, como expertos en la producción de aceite de oliva virgen extra de máxima calidad, lo resumimos en una frase de lo más fácil y sencilla: botella cerrada, en un lugar fresco y oscuro.