Tras otro año atípico, de nuevo es Navidad. Los últimos coletazos de la pandemia, un mundial de fútbol fuera de la época habitual y un verano que se resistía a marcharse han estado a punto de hacer que nos olvidásemos, pero no: las fiestas han llegado puntuales a su cita y, con ellas, todas las tradiciones que suponen. Reuniones familiares, comidas, belenes, cenas de empresa y, por supuesto regalos. Y una de las mejores opciones puede ser regalar aceite de oliva virgen extra por Navidad.

Regalar aceite de oliva virgen extra por Navidad ya no es ninguna novedad. De un tiempo a esta parte, muchos de los regalos tradicionales han ido perdiendo protagonismo y las familias optan, cada vez más, por buscar algo diferente. Donde antes había corbatas, perfumes, bolsos o pijamas ahora se intenta dar un pequeño giro y se busca ir un paso más allá. Si no lo ves claro, te ayudamos: aquí van cuatro motivos para optar por el oro líquido en estas fiestas:

Calidad antes que cantidad

Parece que es difícil detener la espiral de consumo, y el dicho lo deja bien claro: más vale calidad que cantidad. Y en regalos, también. Regalar un aceite de oliva virgen extra premium es, sobre todo, un mensaje: la calidad importa, se valora y se reivindica. Mejor un obsequio de calidad que muchos que no aporten nada. Y el AOVE siempre aporta valor.

La salud es lo primero

¿Por qué no poner salud debajo del árbol? Es uno de los motivos por los que regalar aceite de oliva virgen extra por Navidad, pero sobre todo es un motivo por el que consumir regularmente AOVE. En este blog hemos hablado sobre las mil y una propiedades del oro líquido, todos sus beneficios para la salud y la inmensa cantidad de patologías y problemas que ayudan a prevenir y hasta solucionar.

Una experiencia gastronómica

Se ha convertido casi en un cliché, pero es la realidad: regalar una experiencia puede ser mucho más valioso que cualquier obsequio material, y un aceite de oliva virgen extra es toda una experiencia gastronómica. Para quien sepa apreciarlo, e incluso para quien quiera iniciarse, descubrir sus matices, sus aromas y notas de sabor es una auténtica maravilla para los sentidos.

Compañía duradera

Muchos regalos experienciales tienen un problema: son muy efímeros. Un masaje, un tour en helicóptero o una comida pueden ser grandes regalos, pero tienen el inconveniente de que duran apenas unos minutos. Si optas por regalar AOVE, quien lo reciba podrá estar incluso meses disfrutando poco a poco de su regalo, recordando el obsequio cada vez que lo consuma y disfrutándolo mucho más allá de la temporada navideña.

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