Por qué el aceite de oliva virgen extra es el mejor antiinflamatorio
Estamos cansados de leer y escuchar que no hay mejor tratamiento de salud que la prevención de los problemas a través de los buenos hábitos. Un estilo de vida saludable, equilibrado y que combine ejercicio físico con una buena alimentación es más efectivo a la hora de evitar visitas al médico que cualquier medicamento que se haya inventado nunca. Y con la tan dañina inflamación, lo mismo: el aceite de oliva virgen extra es el mejor antiinflamatorio posible ya que ayuda a prevenirla.
La inflamación, aunque parezca un término familiar, no es simplemente tener el vientre hinchado o el tobillo morado tras darnos un golpe. Esta palabra corriente se refiere a uno de los principales problemas de salud del siglo XXI, principalmente porque está causada por muchos de los males que sufrimos hoy en día: un metabolismo desregulado, malos hábitos, sobrepeso, diabetes, tabaquismo, alteraciones del sueño, sedentarismo y un largo etcétera de cuestiones que, bien gestionadas, estaría en nuestra mano corregir.
El problema, por tanto, no es la inflamación aguda como respuesta a un golpe o una infección, sino esa inflamación crónica con la que nuestro cuerpo responde y trata de reponerse de esos ataques continuados. Y para ello, el aceite de oliva virgen extra es el mejor antiinflamatorio: un aliado poderoso en la prevención, tal y como han demostrado un reciente estudio llevado a cabo por el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba y que han publicado las prestigiosas cabeceras científicas American Journal of Clinical Nutrition y Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, entre otras.
Este estudio, en resumen, determina que los micronutrientes de las grasas presentes en el AOVE tienen una influencia positiva sobre patologías cardiovasculares, incluso la diabetes y el cáncer, y cómo su consumo frecuente y moderado modifica el proceso inflamatorio. Tras analizar diferentes dietas, los expertos observaron cómo quienes seguían una dieta con AOVE como fuente de grasas saludables modulaban a la baja los mediadores inflamatorios.
Entre otros beneficios, los pacientes que siguieron la dieta que incluía aceite de oliva virgen extra vieron cómo se reducía la concentración plasmática de otras moléculas en las paredes de los vasos sanguíneos, lo que implica una menor inflamación, además de los ya conocidos beneficios en la reducción del llamado “colesterol malo” (LDL) y la inigualable capacidad antioxidante del AOVE.
El resumen es claro: el aceite de oliva virgen extra es el mejor antiinflamatorio posible, pero no solo eso. Ni siquiera los científicos han podido todavía definir los beneficios y alcance exactos de los micronutrientes presentes en el AOVE, por lo que es previsible que con el tiempo sigan apareciendo estudios que observen propiedades hasta ahora desconocidas para el oro líquido, y que puedan aplicarse a diferentes problemas de salud, tanto de cara a patologías específicas como a la mejora de la salud general.
No hay mejor médico que al que vemos una vez al año para comprobar que todo sigue en orden. Y, para ello, nada como plantar esas semillas en el día a día a base de pequeños hábitos que, con el tiempo, se conviertan en un bosque de buena salud. Si quieres hacerlo con el mejor aceite de oliva virgen extra de calidad premium, visita nuestra tienda online y hazte con alguna de nuestras deliciosas variedades.