Que el AOVE es un pilar en cualquier cocina que se precie es algo sobradamente conocido. Su sabor, características y versatilidad hacen que sea un ingrediente angular a la hora de preparar todo tipo de recetas: desde salsas hasta guisos, carnes, pescados, salsas o incluso cócteles. Por supuesto, su uso en repostería es fundamental, por lo que hay muchas recetas de postres con aceite de oliva virgen extra que no serían lo mismo, ni parecido, de no contar con el oro líquido en la despensa.

Los postres con aceite de oliva virgen extra no son ninguna novedad. Desde hace muchas, muchas décadas, en nuestros hogares se ha utilizado el AOVE como base en bizcochos, tortas, magdalenas y todo tipo de preparaciones dulces. Por eso, desde Selma proponemos cuatro opciones deliciosas con las que cocinar en familia, disfrutar de un postre casero sabroso y sacarle todo el partido a nuestro aceite de oliva virgen extra.

Una coca tradicional

Coca, bizcocho, torta… En cada región y casi en cada familia se llama de una forma, pero todos los caminos llevan al mismo destino: el tradicional postre, suave, delicioso y con el que es imposible fallar. Batiremos tres huevos con dos vasos de azúcar hasta que doblen su tamaño y queden espumosos. Añadimos un yogur natural y medio vaso de AOVE. Después, tamizaremos sobre ellos dos vasos y medio de harina con una cucharadita de levadura y un poco de esencia de vainilla. Una vez esté todo unificado, alrededor de 30 minutos de horno a 180 grados…  postre listo!

Natillas de AOVE

El uso de aceite de oliva virgen extra en postres no es exclusivo de repostería y masas con harinas. Un postre tan tradicional como delicioso y que puede, como en este caso, elaborarse con un giro innovador. Calentaremos un litro de leche con una rama de canela y peladura de limón. Por otro lado, combinaremos 60 gramos de harina de maíz y 75 gramos de azúcar e iremos poco a poco añadiendo la leche calentada y coceremos unos minutos hasta que la mezcla espese. Una vez esté uniforme, separaremos en pequeños vasitos y dejaremos enfriar en la nevera con film para que no entre aire. Como recomendación, una vez reposadas las natillas y listas para comer, podemos añadir chocolate negro fundido por encima. Delicioso.

Pancakes

Sí: las clásicas tortitas americanas también pueden elaborarse con oro líquido español. Solo necesitaremos una cuchara, un vaso, dos huevos y un puñado de ingredientes: en un bol combinaremos una cucharada de AOVE, otra de levadura, otra de azúcar, un vaso de harina, otro de leche y los dos huevos. No hay misterio: batimos todo e iremos cocinando poco a poco en una sartén caliente y engrasada para evitar que se peguen. Vuelta, vuelta, y a servir como más te gusten: con miel y mantequilla, con sirope de chocolate, con plátano y Nutella, con fresas y nata… ¡A disfrutar!

Rosquillas de anís

Otro de los favoritos de mediados del siglo XX. Batiremos un huevo con 50 gramos de azúcar hasta que se convierta en una crema. Añadiremos 80 mililitros de AOVE, otros tantos de licor de anís dulce y 60 más de leche. Removeremos con las varillas, incorporaremos poco a poco medio sobre de levadura y 250 gramos de harina tamizándola y añadiremos una cucharada de semillas de anís. Amasaremos a mano hasta que la masa se despegue fácilmente de los dedos, dejaremos reposar una media hora y ya podemos darle forma y hornear. 180 grados, unos 25 minutos (puede variar según el grosor al que amases las rosquillas) y listo.

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